En el calendario era un sábado cualquiera, y en mi agenda era el día destinado
para visitar varias galerías de arte. El sol estaba más fuerte que nunca
pero el caminar por las calles del Viejo San Juan me envolvía en una nostalgia
extraña, como aquellas que sienten los turistas al descubrir un nuevo destino, y
esa nostalgia hacia que el sol no se sintiera tan caliente.
El arte es una experiencia multisensorial, podemos verlo, sentirlo, olerlo, e incluso penetra nuestro ser permitiendo el nacimiento de sentimientos o la exaltación de otros ya existentes. Es por esto, que no es difícil pensar que en mi recorrido por múltiples galerías de arte, galerías de diversos tipos y ambientes, me encontré con varias expresiones artísticas que llamaron mi atención, pero la más que me impresionó fue la primera que vi, en la primera galería. Aquel lugar sencillo estaba lleno de obras artísticas y en medio de ellas, se encontraba la llamada “Rito de Iniciación” que simbólicamente marcó el rito de mi iniciación al afán de conocer el arte.
En la pieza se encuentra una mujer delgada vestida con un sencillo vestido verde y con apariencia afro-caribeña que enciende una vela que se encuentra sobre una sencilla y rústica mesa no muy bien definida. Arrodillada frente a este mesa se encuentra otra mujer (o quizás la misma ya que cuentan con las mismas características físicas) la cual aparenta estar en una especie de trance. Tiene sus manos sobre su sien y sus ojos cerrados, viste un traje rojizo, color que se confunde con el de la mesa tras ella. En el fondo de la pieza se observa una pared con tonalidades verdes y marrones, pero no muy bien definida, como sacada de foco, o como una foto tomada con el diafragma bien abierto. Y es que la pared de fondo no importa, solo importan las mujeres y su trance.
En esta obra se distinguen varios elementos y/o principios artísticos esenciales. En esta pieza se destaca el uso del color y las líneas así como el recurso de énfasis y repetición. Esta pieza es una bastante colorida, aunque los colores son opacos o tenues se utilizan varios tonos que resaltan y que la artista utiliza para cumplir con sus propósitos. Por ejemplo, la mujer vestida de verde o líder en el rito de iniciación tiene un vestido verde el cual sobresale y se destaca sobre los demás tonos, sin embargo, la mujer en el trance tiene un vestido cuyo color se confunde con el del fondo (para ella el fondo es la mesa) como símbolo de que su trance es personal e intimo.
Otro elemento destacable es el uso de la línea. Todo objeto presente es lineal, la mesa, la vela y la pared de fondo. Incluso las mujeres son formadas por dos líneas delgadas. El punto focal de la obra y el que marca el énfasis de la artista es la vela. La misma se encuentra en el centro de la pieza encendida, y es el primer elemento que se destaca y se observa de la obra. Luego de observar la vela entonces rodamos nuestra mirada, en forma circular, para apreciar los elementos alrededor de ella. La artista, Lucía Méndez, utiliza la repetición en las mujeres utilizadas, ambas mujeres son las mismas, aquella que dirige el rito es la misma que está en el trance. Esto denota la igualdad entre todos, todos somos iguales.
Esta obra es parte de una colección titulada “Lucia Méndez y sus seres” la cual celebra el misterio y lo oculto, utilizando elementos como el fuego, las ofrendas, y sobretodo la fe, y como esta domina el entorno. Méndez pinta mujeres fuertes y delgadas que parecen raíces. Las mismas nos presentan nuestra fuerte raíz afro caribeña y el poder de su espiritualidad. La temática de esta obra es claramente cultural ya que nos acerca a este punto de nuestra mezcla racial propulsora de nuestros orígenes. Una de las características más fuertes, o al menos, que más ha perdurado de esta cultura en nosotros son las creencias religiosas, muchas personas todavía profesan estas religiones espiritistas y participan de este tipo de ritos. Así que desde mi perspectiva, creo que esta artista nos presenta una parte de nuestra realidad cultural y social que muchas veces escondemos y/o no mencionamos.
Esta pieza artística diferente, aunque sencilla en términos del uso de detalles y definición de los elementos, es rica en creatividad y llama la atención de aquellos conocedores del arte y nos abre el apetito a los que, como yo, no nos alimentamos mucho en este tipo de ambiente. Este recorrido por el arte terminó, pero no sin dejarme el ansia de reflexión y el deseo de que se repita.
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